En 2023, padres en todo el país enfrentaron costos de guardería cada vez mayores. Muchos, sobre todo mujeres, tuvieron que dejar sus trabajos porque estos costos se volvieron demasiado caros además del alquiler y las cuentas habituales. El reto de encontrar un cuidado infantil accesible y económico no va a desaparecer este año.
Los fondos federales de asistencia creados durante la pandemia para apoyar a más de 200,000 programas de cuidado infantil expiraron en septiembre. Como consecuencia, se prevé que miles de centros preescolares y guarderías cierren este año por todo el país. Muchos ya han cerrado sus puertas, dejando a innumerables padres buscando alternativas.
El cuidado de los niños debería estar garantizado, pero las empresas y sus políticos dejan claro que prefieren que vaciemos nuestros bolsillos para adquirir esos servicios. No podemos confiar en ellos. Depende de nosotros organizarnos y exigir un mundo en el que el cuidado de nuestros hijos no esté a debate.
