El ataque a los trabajadores inmigrantes es un ataque a todos los trabajadores

Durante las recientes elecciones presidenciales de EE.UU., tanto Harris como Trump centraron su atención en la inmigración. Ahora que Trump ha sido elegido presidente, amenaza con medidas serias: deportaciones masivas, poner fin a la ciudadanía automática para los hijos de inmigrantes nacidos en EE.UU. y retirar el estatus de protección temporal a determinados inmigrantes que huyen de condiciones inseguras en su país.

El «zar de las fronteras» elegido por Trump, Tom Homan, trabajó anteriormente en el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) bajo Trump, Obama y otras cuatro administraciones presidenciales. Diseñó la política de separación familiar de Trump, que separó a más de 5.500 niños de sus padres en la frontera entre EE.UU. y México en 2018. Desde entonces, ha trabajado para Fox News, y se unió a la Fundación Heritage para ayudar a diseñar su proyecto 2025 para remodelar el gobierno con políticas de extrema derecha.

Homan ha aprendido mucho desde 2018. Ahora sugiere que «las familias pueden ser deportadas juntas», incluidos los niños que son ciudadanos estadounidenses. En lugar de abordar los problemas que enfrentan los migrantes, la administración Trump planea aterrorizar a las familias, mientras les echa la culpa de nuestros problemas económicos y sociales.

Pero no es solo Trump y su pandilla. Los demócratas lanzaron las mismas amenazas. Harris prometió mantener las amplias restricciones de asilo de Biden y firmar un proyecto de ley que promete 20.000 millones de dólares para mejorar la seguridad fronteriza de EE.UU. con apoyo bipartidista. Ambos partidos utilizan a los inmigrantes como chivos expiatorios y prometen « proteger» las fronteras de EE.UU. para mantenerlos fuera.

Los inmigrantes no son la causa de los problemas económicos y sociales a los que nos enfrentamos, aunque eso es lo que les gusta afirmar a los políticos. Nos han hecho creer que los inmigrantes, sobre todo los que han viajado hasta aquí sin documentación legal, están quitando prestaciones sociales y puestos de trabajo a los ciudadanos estadounidenses, o que son delincuentes violentos. Pero la verdad es que los inmigrantes son una parte crucial de nuestras comunidades, y la frágil economía capitalista se derrumbaría sin ellos.

Al inicio de la pandemia de COVID-19 en 2020, el 74% de los inmigrantes indocumentados pertenecían a categorías laborales esenciales. Mientras que los inmigrantes (indocumentados y documentados) son alrededor del 14% de la población de EE.UU., representan el 20% de los trabajadores de la cadena de suministro de alimentos – y más del 30% de los trabajos más físicamente exigentes. Son una parte crucial de nuestra mano de obra sanitaria: representan el 38% de los asistentes de salud domiciliaria, el 29% de los médicos y el 22% de los auxiliares de enfermería. Y el 30% de los trabajadores de la construcción.

Los políticos intentan hacer creer que los inmigrantes quitan trabajo a los trabajadores nacidos en el país. Pero hay mucho trabajo por hacer, y los inmigrantes mantienen a las comunidades alimentadas, alojadas y sanas. También pagan impuestos a la renta y a las ventas a los gobiernos estatales y federal de EE.UU. De hecho, los empresarios siguen dependiendo de una mano de obra cada vez mayor de inmigrantes, incluso mientras afirman que los inmigrantes son un problema.

Los inmigrantes son esenciales para la sociedad estadounidense, y a menudo se ven obligados a venir a EE.UU. ¿Por qué? Debido a la destrucción de sus comunidades y medios de vida por las políticas de los mismos políticos estadounidenses que les culpan de las crisis a las que nos enfrentamos aquí. Las economías de gran parte del mundo, especialmente en África, Asia y América Latina, dependen completamente de las exigencias económicas de los intereses corporativos estadounidenses. Esto provoca la desestabilización económica en todo el mundo. Ante el aumento de los desastres climáticos y las medidas de los regímenes políticos respaldados por EE.UU. que protegen los intereses económicos estadounidenses, muchas personas no ven forma de tener un futuro viable sin emigrar.

Los políticos y los empresarios también explotan a los inmigrantes para suprimir los salarios de todos.  Luego convierten a los trabajadores inmigrantes en chivos expiatorios cuando surgen las inevitables crisis de su economía. Culpan de sus problemas económicos a los trabajadores inmigrantes, las personas más vulnerables de la sociedad que carecen de red de seguridad.

No podemos permitir que los que están en el poder nos pongan los unos contra los otros. Es una distracción calculada por las élites que acaparan la riqueza de la sociedad, mientras intentan obligarnos a luchar por las sobras que dejan. Nuestros enemigos no son otros trabajadores, sino los políticos y los patronos que nos explotan a todos. No podemos caer por sus mentiras. Los inmigrantes pobres y trabajadores, al igual que todos los pobres y trabajadores, son la columna vertebral de nuestra sociedad.  Somos más débiles cuando estamos divididos. Juntos podemos utilizar nuestro poder para luchar por un futuro que valore a las personas más que los beneficios.

HIT US UP ON SOCIAL MEDIA