El viernes, 32.000 trabajadores que fabrican aviones Boeing en las zonas de Seattle y Portland se declararon en huelga. Estos trabajadores, organizados en el sindicato International Association of Machinists and Aerospace Workers (IAM), rechazaron por abrumadora mayoría, con un 94% de los votos, el acuerdo provisional presentado por la dirección de su sindicato. El acuerdo no se acercaba a ninguna de sus demandas sobre beneficios de jubilación, salarios, horas extraordinarias obligatorias y mucho más. Los trabajadores votaron casi unánimemente (96%) a favor de la huelga.
La empresa ha intentado pintar a los trabajadores como glotonespor rechazar un aumento salarial del 25% en cuatro años. Pero el acuerdo también ponía fin a una bonificación anual de alrededor del 4%, por lo que los incrementos propuestos para los cuatro años sólo sumaban alrededor del 9%. Y los trabajadores no han visto ningún aumento real desde 2008, mientras que el coste de la vida ha seguido disparándose. Por eso piden un aumento salarial del 40% y que se restablezcan sus pensiones, que han sufrido fuertes recortes desde 2016 y no les ofrecen ninguna seguridad real cuando se jubilen.
Los trabajadores no solo piden aumentos salariales pendientes desde hace tiempo. También quieren limitar las horas extraordinarias obligatorias porque Boeing puede exigir a los maquinistas que trabajen hasta 19 días seguidos. Y los trabajadores quieren garantías de que la empresa producirá su próximo avión en la región, para que la dirección de Boeing no pueda utilizar la amenaza de deslocalizar la producción para intentar obtener más concesiones en el futuro.
Esta huelga es también un rechazo de los trabajadores a la inseguridad de la producción en Boeing, que se preocupa más por la rapidez del trabajo que por la seguridad de los trabajadores y la calidad de los aviones. Boeing ha tenido una serie de incidentes de seguridad de gran repercusión en los últimos años. En julio, una rueda de un avión Boeing se desprendió durante el despegue. En enero, un panel entero reventó el lateral de un Boeing en pleno vuelo, obligando a un aterrizaje de emergencia. Y defectos de diseño en su avión 737 MAX provocaron dos accidentes aéreos mortales en 2018 y 2019, en los que murieron 346 personas.
Y, recientemente, dos empleados differentes de Boeing murieron misteriosamente poco después de que hablaran como informantes, denunciando cómo Boeing recorta la seguridad para acelerar y aumentar la producción, priorizando las ganancias y sus propios intereses por encima de todo.
Mientras tanto, Boeing ha obtenido más de 21.000 millones de dólares en ganancias desde 2021. Desde 2014, la dirección de Boeing ha gastado 40.000 millones de dólares en recompra de acciones para aumentar su propio sueldo y el de sus accionistas, mientras se niega a mejorar los salarios y la seguridad de los trabajadores.
Los trabajadores de Boeing se han declarado en huelga cuando los trabajadores de todo el país se enfrentan a condiciones similares, con costes disparados de vivienda, alimentación, energía, sanidad y mucho más. Al igual que los trabajadores de Boeing, los salarios de la mayoría de los trabajadores no han seguido el ritmo de los precios, y los trabajadores de todo el mundo están sufriendo por las horas extraordinarias obligatorias, las sobrecargas de trabajo, o trabajando en varios empleos sólo para salir adelante, mientras que los súper ricos siguen haciéndose más ricos, y nuestro futuro sigue siendo cada vez más incierto.
Y mientras los trabajadores de Boeing van a la huelga, los trabajadores de todo el país están siendo bombardeados por las campañas presidenciales de ambos partidos prometiendo que van a mejorar la vida de todos los trabajadores. Los demócratas están tratando de tomar la insatisfacción de la gente con la economía, y la indignación de la gente con Trump y los republicanos, y canalizar todo de nuevo para conseguir la reelección. Trump y los republicanos están haciendo todo lo que está en su mano para convertir ese mismo descontento en más divisiones dentro de la población, para enfrentarnos unos contra otros utilizando el racismo, el nacionalismo y más.
La realidad es que ninguno de los dos partidos puede ofrecersoluciones a los problemas causados por el propio sistema que ambos defienden. Los demócratas han estado en el poder durante casi 12 de los últimos 16 años, y sus promesas vacías de esperanza y cambio no han hecho casi nada por los trabajadores y los pobres. Y la política de división de los republicanos nunca conducirá a una mejor calidad de vida para los trabajadores.
Pero esta huelga de los trabajadores de Boeing puede ser un recordatorio de que no tenemos que poner todas nuestras esperanzas en las elecciones. Tenemos mejores formas de luchar y mejorar nuestras vidas. Los trabajadores hacen el trabajo para que la sociedad funcione. Sí, tenemos el poder de enfrentarnos a nuestros jefes individuales, como están haciendo ahora los trabajadores de Boeing. Pero también, cuando somos capaces de organizar el poder de todos los trabajadores juntos, podemos cambiar toda la sociedad. Que la huelga de los trabajadores de Boeing nos sirva a todos de inspiración y nos recuerde el poder que tenemos los trabajadores si decidimos utilizarlo.