Primero de Mayo: Celebremos el poder y las posibilidades de los trabajadores

El Primero de Mayo se estableció como fiesta internacional en 1889 para honrar las luchas y sacrificios de la clase obrera internacional. Es un reconocimiento de su misión histórica: liberar a la humanidad de la explotación y la opresión causadas por el sistema capitalista. Hoy, más que nunca, los trabajadores necesitamos recordar nuestra historia, como inspiración y también como guía para las luchas que debemos realizar hoy. Por eso celebramos el 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, la fiesta internacional de la clase obrera. 

La historia del Día Internacional de los Trabajadores comienza en la década de 1880. Los trabajadores de EE.UU. trabajaban 10 horas, 12 horas, a veces 14 ó 16 horas, sin dejar tiempo para otras actividades. Los trabajadores empezaron a organizarse para conseguir una jornada laboral de ocho horas, bajo el lema “¡Ocho horas para trabajar, ocho horas para dormir, ocho horas para lo que queramos!” No se trataba sólo de un movimiento por mejores salarios y tiempo libre, los líderes del movimiento, especialmente en Chicago, donde la clase obrera era más consciente, eran socialistas revolucionarios y anarquistas. Creían que los trabajadores debían recuperar horas de su vida de la jornada laboral para prepararse mejor para cambiar todo el sistema. Luchaban por una revolución de la clase obrera, una revolución internacional para crear un mundo socialista en el que todos los seres humanos pudieran vivir la vida en plenitud. 

En 1886, se eligió el 1 de mayo como día nacional de huelgas para conseguir la jornada de ocho horas. Cuando llegó el día, estallaron huelgas en todo el país, en las que participaron 340.000 trabajadores de 12.000 centros de trabajo. Muchas huelgas triunfaron, consiguiendo reducciones de la jornada laboral, si no la reivindicación de las ocho horas. En Chicago se convocó una huelga general. Tras un par de días de manifestaciones, se lanzó una bomba contra la multitud. Los capitalistas se vengaron. Ocho líderes revolucionarios de Chicago fueron acusados de incitar a la violencia. Cuatro fueron condenados y ejecutados, uno se quitó la vida, antes que darles el gusto a los capitalistas. Los demás fueron finalmente indultados. 

El intento de los capitalistas de aterrorizar a la clase obrera no funcionó. Las organizaciones obreras de todo el mundo eligieron el 1 de mayo para rendir homenaje a los movimientos obreros. Desde entonces, el 1 de mayo ha sido un momento para que los trabajadores de todo el mundo demuestren su poder. 

En la actualidad, el sistema capitalista sigue generando prejuicios, degradación económica, guerras interminables y alteraciones climáticas. Los capitalistas han destrozado el mundo. La guerra de Rusia en Ucrania amenaza con un conflicto mundial. Los gobiernos de Estados Unidos y China se amenazan mutuamente. Aumentan el racismo, los prejuicios y las ideas reaccionarias. Sus guerras y el saqueo del mundo natural amenazan con traer la destrucción global. La alteración del clima está creando fenómenos meteorológicos extremos: inundaciones, sequías, subida del mar, tormentas y enormes cambios de temperatura. 

En todo el mundo, la crisis económica y la inflación están empujando a más trabajadores a la pobreza. Y la clase trabajadora está respondiendo. En Irán han estallado luchas masivas contra ese régimen opresor. En China, los trabajadores se declararon en huelga y protestaron contra el encierro de los trabajadores de las fábricas y de otros sectores por parte del gobierno de Covid. En Inglaterra, los trabajadores de la sanidad, los profesores y los trabajadores del transporte público están en huelga. Los trabajadores alemanes paralizaron el país exigiendo aumentos salariales. En Francia está en marcha una lucha masiva, que ha movilizado a millones de personas en cuatro meses de manifestaciones y huelgas contra el plan del gobierno de aumentar dos años la edad de jubilación, hasta los 64 años. 

No podemos esperar a que los políticos nos arreglen las cosas. El sistema que representan no puede funcionar para nosotros. Se basa en nuestra explotación. La clase obrera lo produce todo, dirige todos los sistemas y servicios que mantienen en marcha la economía mundial. Estamos unidos a través de la economía y nos enfrentamos a la misma clase dominante. 

No necesitamos sus gobiernos que dirigen el mundo en interés de las corporaciones y bancos del 1%. Nuestras habilidades pueden utilizarse para dirigir la economía en interés de la mayoría -el 99%- sin dejar a nadie atrás. Entonces empezaremos a disfrutar de los frutos de nuestro trabajo en un mundo libre de la destrucción cruel de este sistema que domina nuestras vidas. 

El Primero de Mayo es un día en el que podemos celebrar nuestro pasado y nuestras esperanzas para nuestro futuro: un futuro socialista. 

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