¡Acabemos con los asesinatos policiales!

¡Una y otra vez! Personas de todo el mundo ahora han visto el video del asesinato policial de otro hombre negro, Tyre Nichols, en Memphis, Tennessee. La policía de Memphis lo detuvo, cerca de la casa de su madre, y luego alegó una infracción de tránsito. Después, cinco policías lo golpearon, lo patearon en la cara, lo rociaron con gas pimienta, lo arrastraron, la mayor parte del tiempo mientras estaba esposado y gritaba llamando a su madre. Estuvo tirado en la calle durante casi media hora antes de que lo subieran a una camilla. Murió en el hospital tres días después.

Ese no fue el final. El departamento de policía despidió a los policías, pero solo después de casi dos semanas. ¿Qué tomó tanto tiempo? Y llevó casi otra semana acusarlos de asesinato. Y solo después de eso publicaron el video, temiendo la respuesta justa de las personas en la comunidad y en todo el país.

Y ese tampoco fue el final. Los políticos, desde el alcalde y el jefe de policía de Memphis hasta los miembros del Congreso y Joe Biden, usaron el llamado lenguaje “fuerte” para decir cuán horrible es el video. En eso tienen razón, pero también son unos hipócritas porque son los encargados de la policía en este país. En todo Estados Unidos, la policía ha asesinado al menos a 1,110 personas en los últimos 12 meses, desproporcionadamente gente negra y latina. ¡Eso es un promedio de más de tres por día! Ese número ha seguido aumentando año tras año, incluso en los casi tres años desde que la policía de Minneapolis asesinó a George Floyd.

Al salir el video, la gente se manifestó en Memphis y otras ciudades a través los EE. UU. Estamos indignados y necesitamos mostrarlo. Cuando la gente salió a las calles en todo el país y en todo el mundo después del asesinato de George Floyd, los políticos dijeron mucho y no hicieron nada. Con esta última demostración de violencia policial, el mundo se indignó y surgieron los políticos, haciendo lo que hacen. Le dijeron a la gente que se calmara y dejara que ellos manejaran la situación.

Era la misma vieja canción de los demócratas (mientras que la mayoría de los republicanos guardaban silencio). Dicen que aprobarán una legislación nueva y más fuerte para abordar el horror del sistema que les pagan por mantener. ¡Pero son los creadores de unidades policiales especiales como la que asesinó a Tyre Nichols! Esos policías formaban parte de una unidad policial, creada en 2021, llamada SCORPION, abreviatura en inglés de la “Operación de Delitos Callejeros para Restaurar la Paz en Nuestros Vecindarios”. ¿Se supone que un escorpión debe hacer su vecindario sentirse seguro? ¡Suena como el nombre de una pandilla callejera! Y justo eso es lo que parecía, matones armados derribando a una persona inocente. Y ahora, ante la indignación pública, la unidad ha sido disuelta.

¿Se supone que debemos tener fe en que los políticos arreglarán las cosas? ¿Cuántas veces hemos escuchado eso? Puede que nos tomen por tontos, pero no lo somos. Los políticos no pueden y no resolverán la crisis que han ayudado crear.

Dicen que se supone que los policías deben hacer cumplir la ley y el orden. Pero esta es una ley y un orden construidos para mantener una sociedad desigual y racista, basada en la explotación y brutalización de las personas en interés del uno por ciento. El sistema moderno de vigilancia en los EE. UU. tiene sus raíces en las llamadas “patrullas de esclavos” que se remontan a principios del siglo XVIII, cuyo propósito era capturar esclavos fugitivos e imponer la esclavitud y el racismo.

Muchas cosas han cambiado desde entonces, pero mucho ha permanecido igual. Los policías, incluidos los policías negros, están capacitados hoy para mantener este orden de desigualdad: una sociedad que valora la vida de algunos más que la de otros. Un sistema que valora a los ricos por encima de la clase trabajadora; una sociedad donde la vida de una persona negra puede verse como diferente a la de una persona blanca. Entonces, cuando Tyre Nichols, un hombre negro de 29 años, trabajador de FedEx, conduce hacia la casa de su madre, la policía puede verlo como un objetivo.

No podemos confiar en los políticos y los jefes de policía, ya sean blancos o negros. Ellos tratan de mantener lo que ellos llaman la ley y el orden, que es la ley y el orden de la propiedad privada del uno por ciento. En cambio, debemos poner nuestra fe en nosotros mismos y en nuestra capacidad para organizarnos y luchar por la sociedad justa que necesitamos y nos merecemos.

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