La gente piensa en el 15 de abril como el Día de los Impuestos porque es la fecha de cierre de los impuestos sobre la renta federales y estatales. Si recibes un reembolso, es sólo porque has estado pagando al sistema durante todo el año.
Las personas de clase trabajadora pagamos durante todo el año, no sólo impuestos sobre la renta, sino impuestos sobre las ventas de todo tipo de cosas que necesitamos. Si tenemos una casa pagamos impuestos sobre la propiedad. Si alquilamos nuestras casas, parte de ese alquiler sirve para pagar los impuestos sobre la propiedad del propietario. Parte del precio de venta al público que pagamos por todo tipo de cosas sirve para pagar los impuestos de propiedad de minoristas y mayoristas, y demás.
Si lo pensamos bien, esto es sólo el principio. Todo el mundo tiene necesidades esenciales para el funcionamiento de un hogar. Pero muchas de esas necesidades las pagamos con impuestos. Pensemos en la gasolina. El 1 de enero de 2024, el impuesto federal más el impuesto estatal medio era de algo más de 50 centavos por galón de gasolina. Uno podría pensar que las empresas deberían pagar eso por sus vehículos al igual que lo hacen las familias. Pero las empresas, incluidas las grandes corporaciones con enormes flotas de vehículos, pueden deducir esos gastos en sus impuestos. Las familias obreras no pueden hacerlo. Así pues, esta es una forma más de que los trabajadores subvencionen las exenciones fiscales de las empresas y los ricos.
Este es solo un ejemplo. El Instituto de Fiscalidad y Política Económica, entidad no partidista, ha informado de que al menos 55 grandes empresas con sedeen EEUU no pagaron impuestos federales sobre sus ganancias de 2020. Mientras tanto, los esquemas de evasión fiscal de las empresas cuestan al gobierno estadounidense cientos de miles de millones de dólares. En todo el mundo, las empresas movieron casi un billón de dólares de sus ganancias a paraísos fiscales como Hong Kong o las Islas Caimán, imponiendo cargas más pesadas a los ciudadanos comunes y privándonos de servicios públicos.
Este es el lado empresarial. En el lado personal, los multimillonarios estadounidenses son hoy unos 1,6 billones de dólares (¡un 46%!) más ricos que en 2020. Parte de la razón es lo poco que pagan en impuestos. Un estudio de la Casa Blanca de 2021 descubrió que las 400 familias multimillonarias más ricas en los EEUU tenían un tipo impositivo federal medio del 8,2%, frente a la media nacional del 13%. Un análisis de Pro Publica concluyó que los 25 ciudadanos estadounidenses más ricos pagaban un impuesto del 3,4 por ciento, aproximadamente una cuarta parte del promedio nacional.
Así, los grandes empresarios ganan dinero a costa nuestra en el trabajo pagándonos menos que el valor que creamos para ellos. Luego sacan aún más provecho haciendo que sus políticos, tanto demócratas como republicanos, dirijan un sistema fiscal que está en nuestra contra.
En su discurso sobre el Estado de la Unión del mes pasado, Biden dijo: “Ningún multimillonario debería pagar menos impuestos que un profesor, un trabajador de los servicios sanitarios, una enfermera”. No era más que un discurso de año electoral. Es lo mismo que dicen siempre los demócratas, mientras que los republicanos suelen argumentar que bajar los impuestos a los ricos se traducirá en empleos para los trabajadores.
Veamos la realidad. El sistema capitalista significa, por definición, el lucro de unos pocos a costa de la mayoría. El gobierno, en manos de demócratas o republicanos, apoya esa explotación.
¿Cómo nos ayudan? No resolviendo la crisis climática ni previniendo la guerra nuclear. No proporcionando una buena atención sanitaria, educación, nutrición y vivienda para todos. No proporcionando infraestructuras y servicios esenciales. De hecho, mientras el puente Francis Scott Key se desmoronaba en el puerto de Baltimore, ¡el gobierno de Maryland planeaba gastarse mil millones de dólares en una nueva cárcel de Baltimore!
No, este sistema no trata de proporcionar lo que la mayoría de la gente necesita. Se trata de hacer más ricos a los ricos. Es peor que inútil. Tenemos que deshacernos de él.
