Genocidio en Gaza: por Israel Y EE.UU.

Displaced Palestinians take shelter in a tent camp in Rafah, the southern most city in Gaza, February 14., 2024 (Reuters/Ibraheem Abu Mustafa)
Palestinos desplazados toman refugio en un campamento de carpas en Rafah, la ciudad más al sur en Gaza, 14 de febrero, 2024 (Reuters/Ibraheem Abu Mustafa)

Desde el 7 de octubre, la masacre genocida de palestinos por parte de Israel ha continuado sin pausa, matando a 30.000 palestinos en Gaza, entre ellos más de 12.000 niños. Miles siguen sin ser identificados, sepultados bajo los escombros. Más de 360.000 viviendas han quedado destruidas o dañadas, barrios enteros reducidos a ruinas, mientras los palestinos de Gaza se aferran a la vida sin acceso a alimentos, agua ni medicinas.

No hay ningún lugar seguro para los 2,4 millones de palestinos de Gaza. Israel ha bombardeado hospitales, lugares de oración, escuelas, refugios, panaderías, depósitos de agua, ambulancias y camiones de alimentos. El ejército israelí ha atacado a trabajadores de hospitales, periodistas y trabajadores humanitarios. Francotiradores israelíes han disparado en la cabeza a niños que caminaban por la calle. Como hay tantas muertes, los médicos palestinos han tenido que inventar un nuevo acrónimo: NHSF – Niño herido, sin familia que le sobreviva.

Cuando el ejército israelí empezó a bombardear el norte de Gaza, dijo a los palestinos que huyeran al sur. Entonces Israel bombardeó a los palestinos en las carreteras hacia el sur. Una vez que miles de palestinos huyeron al sur, Israel intensificó sus bombardeos en el sur de Gaza, exactamente donde Israel le dijo a los palestinos que fueran para estar a salvo.

Y ahora, 1,5 millones de palestinos, más de la mitad de toda la población de Gaza, se enfrentan a una muerte masiva, amontonados en Rafah, la ciudad más meridional de Gaza, en la frontera con Egipto. No tienen adónde ir. Israel ya ha comenzado a bombardear las zonas densamente pobladas de Rafah y amenaza con una invasión terrestre masiva en cualquier momento.

Israel afirma que los bombardeos tienen como objetivo rescatar a unos 100 rehenes israelíes tomados por Hamás el 7 de octubre que siguen vivos. Pero en realidad, esto es mentira. Por cada rehén israelí liberado, Israel ha matado a más de 300 palestinos. El asesinato masivo de palestinos, la destrucción masiva de Gaza, empujando a la mitad de la población al extremo sur de Gaza, todo esto se trata de una cosa: la matanza genocida y la expulsión de los palestinos. Eso es lo que Israel está haciendo y lo que está a punto de hacer en Rafah.

Mientras tanto, el presidente Biden y su administración no ofrecen más que palabras vacías sobre la preocupación por la vida de los palestinos. En conferencias de prensa hablan ocasionalmente de moderación y de evitar muertes innecesarias. Esto no tiene como objetivo frenar el genocidio de Israel. Es sólo el intento de demócratas y políticos hipócritas de intentar conseguir votos porque tienen las manos cubiertas de sangre palestina.

¿De qué sirven estas palabras cuando Estados Unidos ha entregado a Israel las mismas armas e inteligencia utilizadas para llevar a cabo este genocidio? Incluso mientras hablan de moderación, Biden y los demócratas están solicitando 14.000 millones de dólares adicionales en apoyo militar para la masacre de palestinos por parte de Israel. Sus acciones hablan mucho más alto que sus mentiras.

Los políticos republicanos están jugando a la política, dejando la responsabilidad en manos de Biden. Pero son defensores de Israel y de esta matanza a partes iguales. El ejército estadounidense no es ajeno a los asesinatos en masa y a la destrucción. Lo ha demostrado repetidamente al mundo entero con su constante apoyo a Israel y las recientes guerras contra los pueblos de Irak y Afganistán.

Este genocidio es más que una amenaza para los 2,4 millones de palestinos de Gaza. Cuanto más se permita que continúe, más se vislumbrará el tipo de guerras masivas de destrucción de las que es capaz este sistema global de explotación capitalista.

No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras se arrollados las vidas de palestinos inocentes con armas suministradas por Estados Unidos. Debemos denunciar estas atrocidades que se llevan a cabo en nuestro nombre. Debemos hacer todo lo posible para oponernos a este genocidio y exigir un alto el fuego inmediato y el fin de la ocupación israelí de Palestina. Y no podemos detenernos ahí. También debemos seguir luchando por un mundo libre de la brutalidad de la ocupación, la dominación y el imperialismo.

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