El Día del Trabajo es un día festivo en los Estados Unidos que supuestamente celebra la historia y los logros de los trabajadores. Algunos políticos y dirigentes sindicales pueden dar discursos celebrando los esfuerzos de los trabajadores del país, incluso cuando millones de trabajadores todavía se ven obligados a trabajar durante el Día del Trabajo.
Para aquellos que tienen la suerte de tener el día libre, puede significar un día para relajarse o hacer una barbacoa con familiares y amigos. Otros seguirán trabajando o se ofrecerán como voluntarios para trabajar horas extras. Y para aquellos que no tienen trabajo, es un día más de desempleo.
El Día del Trabajo nació de la lucha por una semana laboral más corta. A finales del siglo XIX, los trabajadores en Estados Unidos se vieron obligados a trabajar largas horas en fábricas con condiciones laborales peligrosas. Las jornadas laborales de 12 horas o más eran común.
Entonces los trabajadores comenzaron a organizarse. Construyeron un movimiento en torno a la lucha por la jornada laboral de ocho horas, una preocupación clave para todos los trabajadores. Su lema era: “ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso, ocho horas de lo que queramos”.
En 1886, el movimiento por la jornada de ocho horas se había intensificado, y las organizaciones de trabajadores eligieron el 1 de mayo de 1886 como día nacional de huelgas para ganar esta demanda. Cuando llegó el día, estallaron huelgas en todo el país, que involucraron a 340,000 trabajadores en 12,000 lugares de trabajo. Muchas huelgas triunfaron y consiguieron reducciones de la jornada laboral, si no la exigencia completa de ocho horas.
Como parte de esta ola de huelgas a nivel nacional, se convocó una huelga general en Chicago. Después de varios días de huelga y manifestación, más de 3,000 trabajadores se reunieron en Haymarket Square de Chicago, donde fueron rodeados por la policía. Dada la fuerza de la huelga en Chicago, los capitalistas sabían que necesitaban reprimir a los trabajadores para detener la huelga.
Se arrojó dinamita contra la multitud de la manifestación, matando a un policía e hiriendo a más. Después de que estalló la dinamita, la policía abrió fuego contra la multitud, matando e hiriendo a varias personas.
Este ataque en Haymarket Square fue utilizado por el gobierno como pretexto para ejecutar o encarcelar a ocho conocidos líderes del movimiento que eran anarquistas. Estos trabajadores activistas revolucionarios fueron juzgados y condenados sin pruebas. Cuatro fueron ahorcados como ejemplo para los trabajadores de todo el país.
Pero el intento de los capitalistas de aterrorizar a la clase trabajadora no funcionó. En 1889, organizaciones de trabajadores de todo el mundo declararon el 1 de mayo como el Día Internacional de los Trabajadores para honrar a los mártires de Haymarket y las luchas de los trabajadores en todo el mundo.
Cinco años más tarde, en 1894, los trabajadores que construían vagones de ferrocarril en Pullman Palace Car Company en Illinois se declararon en huelga para protestar por sus jornadas laborales de 16 horas y sus bajos salarios. Los trabajadores de todo el país del Sindicato Estadounidense de Ferrocarriles se unieron a la huelga en solidaridad, lo que provocó que el tráfico ferroviario en todo Estados Unidos se detuviera. El gobierno federal envió tropas para poner fin a la huelga con violencia y proteger las ganancias de los propietarios. Murieron decenas de personas.
Al reconocer que habían reprimido brutalmente la huelga de Pullman, pero que las luchas de los trabajadores por mejores condiciones no mostraban signos de desaceleración, los políticos sabían que tenían que hacer una concesión a los trabajadores.
Después de la huelga, el presidente del Partido Demócrata, Grover Cleveland, declaró el Día del Trabajo feriado nacional para supuestamente honrar a los trabajadores. Sin embargo, estableció deliberadamente el feriado en septiembre, dado que la mayor parte del mundo celebraba el Día Internacional del Trabajador el 1 de mayo.
La clase dominante en Estados Unidos creó este nuevo día feriado para mejorar su imagen, pero no quería que se asociara con la masacre de Haymarket o las luchas comunes de los trabajadores a nivel internacional. Desafortunadamente, han tenido éxito hasta el día de hoy, ya que muchos trabajadores en Estados Unidos han perdido contacto con esta importante historia.
En última instancia, la historia que llevó a la creación del Día del Trabajo es un testimonio de la fuerza de la unidad y la acción colectiva. Muestra que los trabajadores, cuando están organizados y decididos, pueden desafiar incluso los sistemas de poder más arraigados. Después de todo, a pesar de los repetidos ataques de los patrones y el gobierno, la mayoría de nosotros en Estados Unidos sólo trabajamos unas ocho horas al día. Para honrar nuestro legado y celebrar verdaderamente este feriado, debemos continuar luchando por lo que nosotros y los trabajadores de todo el mundo merecemos.